Estamos viviendo una segunda quincena de enero con un tiempo muy anómalo en la Península Ibérica.
Las altas presiones bloquean la llegada de frentes y borrascas por lo que tenemos estabilidad atmosférica casi absoluta durante muchos días consecutivos.
Pero lo más llamativo están siendo las temperaturas anormalmente altas para la época.
Estas son las anomalías de temperatura 2m actuales a nivel continental,
Si echamos un vistazo a un par de sondeos de estos últimos días, uno de Madrid y otro de Santander, nos damos cuenta de la importancia de esta anomalía.
En el de Madrid del día 24 encontramos la isoterma 0 grados a 4000 msnm.
En el de Santander del día 29 encontramos la isoterma 0 grados a 3200 msnm.
Una salvajada para ser enero.No es la clásica dorsal anticiclónica invernal asociada a las ondulaciones del chorro polar, sino que es una dorsal subtropical con mucho aire cálido en su seno, más propia de mayo que de enero.
Digamos que la atmósfera ha estado extraordinariamente elevada estos días (cresta anticiclónica), con alturas geopotenciales para la superficie de 500 hpa prácticamente de récord para un mes de enero.
La isoterma -10 a 5500 msnm del sondeo de Madrid es buena muestra de ello.
Pero ¿a qué se deben estas anomalías?
La comunidad científica empieza a estar de acuerdo en una cosa, y es que la célula de Hadley se está expandiendo.
Las células de Hadley se extienden desde el Ecuador hasta latitudes de unos 30° en ambos hemisferios.
En los trópicos, la fuerte radiación solar que golpea la Tierra impulsa una corriente de aire cálido y húmedo hacia arriba.
Una vez alcanzada la atmósfera superior, esta corriente se desplaza en ambos hemisferios hacia los polos; luego desciende en las regiones subtropicales alrededor de 20 a 30 º de latitud, lo que contribuye a la creación de anticiclones de subsidencia, es decir, a lo que conocemos como anticiclones subtropicales.
A partir de ahí, la corriente, conocida como célula de Hadley, regresa al ecuador, donde se calienta y vuelve a subir, y se embarca de nuevo en su viaje circular.
Pues bien, al expandirse esta célula atmosférica la consecuencia directa es que la dorsal subtropical (anticiclón subtropical en superficie) cada vez se desplaza hacia latitudes más altas, abrazando buena parte del continente europeo con bastante frecuencia en los últimos inviernos.
La dorsal arrastra con ella masas de aire extremadamente cálidas con origen en el norte de África y Canarias.
Es un resumen muy simplista, porque el tema es bastante más complejo, pero esto ya puede explicar en parte lo que estamos viviendo los últimos inviernos en la Península Ibérica.
El anticiclón subtropical como digo se caracteriza por alturas geopotenciales muy altas.
Pues no hay mejor muestra de lo que está sucediendo que comprobar las anomalías de altura geopotencial para los 500 hpa de hoy día 30 de enero a nivel planetario.
Y si queremos ir un paso más allá, podemos comparar las alturas geopotenciales para los 500 hpa de los últimos 10 inviernos con lo que teníamos en los inviernos de 1941 a 1970.
Las anomalías resultantes aclaran muchas cosas.
Efectivamente, parece que hay un cambio de patrón climático regional, de tal forma que los anticiclones subtropicales cada vez abrazan con mayor frecuencia el sur y centro del continente europeo en invierno.
Las consecuencias no hace falta que las explique porque las estamos viviendo todos en primera persona.
Es una pena comprobar la poca nieve que tienen nuestras grandes cordilleras a finales de enero.
¿Eso quiere decir que ya no va a nevar más este invierno en nuestras montañas?
Para nada.
Los cambios pueden llegar hacia el 9/10 de febrero.
En esas fechas puede acabar de romperse el bloqueo anticiclónico y ya nos afectarían borrascas atlánticas con aire frío en altura.
Mucha dispersión de escenarios aún a esos plazos.
Lo más probable es que se forme un anticiclón polar hacia el 4/5 de febrero.
El vórtice polar tendería a dilatarse y el frente polar bajaría de latitud, para como digo comenzar a afectarnos hacia el 9/10 de febrero.
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Interesante apreciación que haces sobre la expansión de la célula de Hadley, pues ese calentamiento hace que la célula alcance nuestras latitudes, qué para nuestro caso implica avanzar sobre el sur y centro de Europa. Esto implica movimientos de los anticiclones, y un posicionamiento de mayor envergadura, al menos en determinas épocas del año. Esto puede ir en detrimento de la célula de Ferrel, reduciendo su tamaño y aumentando la variabilidad en una escala espacial más reducida. En definitiva, estamos apreciando un cambio en la circulación general de la atmósfera, propio del cambio climático
ResponderEliminarEl cambio de patrón que avance para el 9/10 ya tiene nombre propio: borrasca Karlotta. Vientos fuertes, un frente de lluvias el viernes y descenso térmico con nieve en montaña el fin de semana
ResponderEliminarEl domingo puede darse una nevada de frente cálido en áreas de Castilla y León donde persista el aire frío en capas bajas
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